Chicas japonesas en el puerto
Sunako y Dora son buenas amigas y compañeras de un colegio religioso de Yokohama. Suelen salir juntas al acabar las clases, hasta que en uno de sus paseos aparece un chulillo llamado Henry que se lleva a Sunako en moto. A partir de ese momento las vidas de Sunako y Dora quedarán sumidas en una espiral de decadencia.